El grupo integrado por Alonso, Thomas, Damian y Gabriel, niños y adolescentes de las comunas de Requínoa, Rengo y Rancagua, aportó energía y vitalidad sobre el escenario, con guitarras, bajo y batería «armonicamente ruidosas», al punto de contagiar su estilo rockero a un público que los siguió con gran atención y mucho entusiasmo.